A la imagen anterior se une, en la parte inferior, la fotografía de San Juan Bosco acompañado por los jóvenes del oratorio, haciendo referencia a mi proveniencia de la Familia Salesiana en la que el Señor me incorporó desde mi juventud y a la que aún estoy unido por lazos de afectivos del carisma popular-juvenil.

 

En la parte superior derecha, se puede ver el escapulario de la Virgen del Carmen, patrona de la Diócesis de Guasdualito que fue la primera diócesis confiada a mi pastoreo como obispo y, a quien dedico el ministerio episcopal, porque con su amor materno ha sido mi auxilio y ha guiado mis pasos.

 

Todos estos símbolos integrados tienen un fondo azul en la parte inferior que representa las prolíferas aguas de los ríos que bañan las extensas tierras altoapureñas. El azul se degrada hasta convertirse en blanco en la parte superior para indicar la integración del cielo y la tierra y el horizonte de la acción pastoral que propicia la santidad comunitaria.

 

EL LEMA:

 

En la parte inferior del escudo sobre una cinta dorada, se puede leer la frase: «Del pueblo, para el pueblo» (parafraseando el texto de Hebreos 5, 1-3).

 

Elegí esta frase como lema de mi episcopado pues salí de la pequeñez y sencillez de una familia humilde para consagrarme como guía y pastor del pueblo que el Señor me ha confiado desde el inicio de mi ministerio episcopal me propuse ser solamente un humilde servidor del pueblo santo de Dios, vivir la fe como escucha amorosa de la Palabra de Dios y realizar mi ministerio en disponibilidad y obediencia a las exigencias del Reino. Deseo que mis palabras hagan resonar el Evangelio y que cada gesto de mi existencia sea concreción de Dios: Uno y Trino; Compasivo y misericordioso; fuente de alegría y esperanza